18 enero 2007

Cuento: Hablando con mi amigo Don Miguel


Muchos los saben, y la verdad es que me da algo de lata el que más gente lo sepa: aún soy fumador. Una especie mutante de nuestra humanidad, que va echando humo por la vida, colillas por el suelo, y “malos aromas” por el viento. Y para qué estamos con cosas, hoy fumar es casi un delito por la nueva ley (la cual comparto y respeto), y una tortura al ver cada vez que compro una cajetilla a Don Miguel, mirándome como diciéndome “puta que lata, volviste a comprar”. Es tanto lo que lo he visto en las últimas semanas que decidí entrevistarlo para mi Blog.

Fui a comprar una cajetilla y allí me estaba esperando Don Miguel, caminamos juntos, lo senté en una silla para que estuviera cómodo, y nos dispusimos a conversar; “¿cómo prefiere que le diga, Don Miguel o Miguel a secas? “Dime Miiiguueeelllll”…vale decirlo, me costó mucho escucharlo ya que hablar por la laringe además de ser muy complicado no suena gustoso al oído.

Aproveché de interrogarle si acaso estaba de acuerdo con la antipropaganda que aparece al costado de la cajetilla, y me cuenta que no tiene idea de que hablo, así que lo invito a que hagamos unas pruebas para comprobar si dichas advertencias son verdad o no.

Alquitrán, producto que te produce cáncer. Miguel me dice que su situación actual lo corrobora, sin embargo le refuto ya que su cáncer se podría haber generado por la ingesta de plomo a través del agua (se me ocurrió ahí mismo). Le propuse una prueba más contundente, ir a buscar un camino con alquitrán derretido y comerlo en cantidades. Después de comer varias cucharadas y pasarlas con Coca Cola (recuerden los efectos beneficiosos de dicha bebida) decidimos evaluar:
- Daños directos: quedamos con el hocico absolutamente negro, una diarrea de petróleo, y water tapado.
- Daños colaterales: mi cepillo de dientes quedó hecho una porquería, $10.000 por destapar el water y $25.000 por la limpieza dental.
- Conclusión: Asqueroso, doloroso, pero no mortal. Algo caro los daños colaterales.

Nicotina, producto que te hace adicto. Miguel me cuenta que los 20 años que fumó nunca pudo dejarlo. “Basta Miguel de pendejadas” le digo, “El cigarro se deja cuando uno quiere, yo lo he dejado como 20 veces”. Vamos donde un químico amigo y le pedimos que inyecte con nicotina cosas que nunca he comido porque me desagradan para ver si me vuelvo adicto a ellas. Esperamos 3 semanas con Miguel antes de evaluar:
- Daños directos: Tengo más guata que el cordel de la ropa de tanto comer bruselas, mote, cochayuyo y queso de cabeza.
- Daños colaterales: Me he tirado tanto pedo por las Bruselas que ya nadie se junta conmigo. El cochayuyo me dejó los dientes amarillos, tuve que ir nuevamente al dentista.
- Conclusión: Parece que hay relación, asumimos por lo mismo que las carteras, zapatos y ropa de mujer es impregnada en forma solapada con nicotina.

Monóxido de carbono, gas tóxico igual al que emana de los tubos de escape. Le pedí a Miguel que pusiera la cara frente al tubo de escape de mi auto, mientras yo estaba con un amigo fumador, al cual le pedí que me tirara el humo en la cara. Miguel a los 3 minutos lo vi complicado, a los 10 minutos estaba negro, y a los 15 minutos se desmayó. Yo en cambio a los 15 minutos estaba fumando (además de recibir el humo de mi amigo). Dejamos a Miguel en una cama y preparamos un asado para probar con más humo.
- Daños directos: En el caso de Miguel pérdida de conciencia, cara ennegrecida, jaqueca fuerte por varios días. En mi caso cero.
- Daños colaterales: Tratamiento facial para Miguel $12.000, Aspirina $1.900, y Sal de Fruta $2.450 (por el pisco sour, el asado, la cerveza, el ron, el vino, y los bajativos).
- Conclusión: El tamaño sí importa, el viento a favor o en contra distorsiona los resultados, y la capacidad pulmonar para aguantar el aire disminuiría los daños. No es necesario el dentista.

Arsénico, químico utilizado como veneno para ratas. Noto a Miguel nervioso, le digo que unas pelotitas de veneno para ratones no le puede hacer un daño grave, él es cerca de 200 veces más grande que el peor de los guarenes. “Ánimo Miguel que con esta prueba terminamos” le digo. Miguel me mira receloso, toma las pelotas de veneno para ratas, se sienta un rato, comienza a quedarse dormido, no despierta más. Miguel murió.
- Daños directos: Miguel se murió y por defecto terminó la entrevista.
- Daños colaterales: $750.000 el funeral “all include”. Me acompaña el dentista a la misa y aprovecha de cobrarme la consulta a la cual no fui.
- Conclusión: Hay pruebas que basta leerlas, no hay para qué hacerlas.

PS: No fumes en lugares públicos, fiestas, comidas, etc., así evitas convidar.

15 enero 2007

Crónica: Secretos de Naturaleza ya no tan secretos.


Mucho hemos escuchado acerca de secretos de naturaleza en nuestra querida tierra, los cuales pueden servir para distintos propósitos; curar enfermedades, eliminar olores, mejorar la tonicidad del pelo, sacar manchas, entre muchas otras funciones. Lo común de estos secretos es que no está claro el porqué producen dicho efecto. Yo no creía en ellos mayormente hasta el año 1985.

Corría mediados de año de mi primer año de Universidad, y la verdad sea dicha, me fue pésimo el primer semestre. Tal estado de nerviosismo afectó mi sistema inmunológico (esto lo supe mucho tiempo después) e hizo que me aparecieran verrugas en la planta de un pié, se llamaban verrugas plantares y tienen la características que no brotan hacia fuera sino que es parecido a un cráter, en el cual se puede apreciar al fondo parte de tu carne, obviamente muy dolorosas. Comenzó con una verruga, dos, tres, al par de semanas tenía una veintena, y al cabo de un mes y medio tenía cerca de sesenta (contadas por mí y auditadas por mi hermano menor).

Ya me costaba caminar, de hecho cojeaba, así que fui al médico de la Universidad, el cual al verme me dice que no es tan grave el problema, me las puede cortar con bisturí y cauterizar, y se me volverá a regenerar el 50% de la planta del pié. Le pregunto por el restante 50%, y me dice muy tranquilo “se pierde”... a buscar otro médico. Con la ayuda de mi tía encontramos un dermatólogo que tiene la chapa de ser el experto regional en verrugas así que lo vamos a ver.

Nos recibe en su consulta, el tipo es joven lo que hace que no se vea como un experto, sin embargo nos cuenta que ha investigado mucho el tema. Procede a examinarme, hace los característicos “mmm”, mira entre medio de los dedos, “mmm”, toma nota, y me pregunta si acaso creo en los secretos de naturaleza, le digo que no, a lo que responde “Gonzalo, serás el más creyente de los secretos de naturaleza, harás todos los secretos que te digan, y para comenzar te diré uno: pásate miga de pan por las verrugas y dásela a un perro”, luego nos despide amablemente y me dice “Gonzalo, te espero en 40 días más sin ninguna verruga”. Salimos algo descolocados desde la consulta del “experto”, y como no teníamos alternativa decidimos recopilar los secretos necesarios para mi pié.

No llevaba 2 semanas en esta tarea y tenía ya varios secretos de naturaleza para eliminar las verrugas además del que me había dado el Dr.: pasarme una piedra de río y tirarla al cauce sin ver donde caiga; echarme crema de Tuja; cortarme un trozo de pelo y enterrarlo junto a una papa, luego regarlos hasta que se pudran; dejarme caracoles de tierra en los pies y no secarme la baba de ellos (lejos lo más freack); pasarme papaya por la verrugas (hagan cualquiera de los otros, esto duele mucho) entre otros pocos más que ya no recuerdo. Resultado de hacer casi todos estos secretos es que a las 2 semanas comienza la retirada de las verrugas, al mes tenía menos de la mitad, y cuando voy donde el Dr. Nuevamente me quedan sólo unas 6 de las 60 verrugas que llegué a tener. Allí el experto me cuenta que no hay un remedio efectivo para las verrugas ya que se piensa que aparecen por un debilitamiento del sistema inmunológico, por lo tanto la solución pasa por un reforzamiento de este mismo vía la autosugestión, y los secretos de naturaleza operan desde un punto de vista psicológico.

Han pasado más de 20 años y nunca más tuve una verruga. Mi hermano menor que tenía una verruga desde pequeño aprovechó la instancia para hacerse de unos secretos y eliminó así una verruga que lo acompañó una parte importante de su vida. Esto prueba que la mente es un actor importante en la salud de cada uno de nosotros, podemos inducirnos sanación y/o placer como también enfermedades. Por eso pensar positivo, ser optimista y alegre te vitaliza y te mejora la salud, un secreto de naturaleza por suerte ya no tan secreto.
 
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