28 febrero 2007

Cuento: ¿Despedida de soltero?...suélteme carabinero!!


Valparaíso, verano del 92'.

Se casaba Rodrigo, uno de los miembros del clan de compañeros de colegio, y se convertía en el primer idiota en contraer el sagrado vínculo del grupo. Ameritaba una despedida de soltero obviamente así que nos dispusimos a juntarnos los más amigos en Viña del Mar, para luego irnos a Valparaíso y hacer un tour bohemio.

Mientras esperábamos a que llegaran todos pasó un ex compañero de colegio que iba a comprar pan, unos minutos de conversa y ya estaba listo para irse junto a nosotros. Llegaron todos más un amigo de Rodrigo de la Universidad (Andrés), quien supuestamente tenía el recorrido listo en Valparaíso. Nos subimos a los autos y marchamos al Puerto. Pasamos a comprar “copete” obviamente (bebidas alcohólicas para mis lectores foráneos) y nos fuimos al paseo yugoslavo para brindar por Rodrigo y hacer una odas al mar (esto era parte del tour del infame que nos llevó para allá). Dispusimos las botellas al borde del paseo, sacamos los vasos, y realizamos la repartición del brebaje, mientras Andrés enciende un cigarrillo y se va a recorrer el paseo. Un silencio se apodera del paseo en un instante mientras con Francisco tomamos los vasos para repartirlos… ¡arriba las manos todos!

No sabemos de donde aparecieron unos 6 a 8 carabineros (policías) quienes nos toman detenidos y nos forman junto a una muralla, allí estábamos con las manos en la nuca 6 compañeros de colegio, y el desgraciado de Andrés, a quien se le ocurrió el famoso brindis brillaba por su ausencia. Luego se desarrolla el siguiente diálogo:

Paco: “van a ser detenidos por estar tomando en la vía pública”
Yo: “no puede ser porque no alcanzamos a beber nada, estábamos sirviendo y llegaron ustedes”
Paco: “estás de chistoso, si están las botellas y los vasos”
Yo: “Si vierte el contenido de los vasos en las botellas verán que no alcanzamos a tomar nada”
Paco: “Ya, haber, a echarme el aliento no más”
Yo: “ffffuuu”
Paco: “mmmm”
Yo: “Ve, si no hemos bebido nada”
Paco: “cállese, no le he pedido que hable” al mismo tiempo que me da con su luma en el estómago
Yo: “chiss”
Rodrigo: “cállate”
Yo: “chiss”
Pancho: “cállate mejor”
Yo: “quiero ver al oficial a cargo!”
Paco: “aquí vas a hablar conmigo no más”
Yo: “chisss, exijo hablar con el oficial a cargo” al momento que aparece el Teniente a cargo.
Yo: “Teniente, revise las botellas y vasos, NO estábamos tomando, nos disponíamos a beber pero no alcanzamos a hacerlo, por lo tanto no hay delito”
Oficial: “mmm” esbozando una sonrisa
Yo: "Puede comprobarlo ahora, allí están las botellas y los vasos"
Oficial: “ya, se van a ir detenidos por sospecha, llévenselos en el furgón”
Paco: “ya, manos en la nuca y marchando al furgón”
Yo: “chiss”
Rodrigo: “cállate”

Nos las emplumamos apretados en un furgón de carabineros junto a un “curado de verdad”, esos que no sólo huelen a alcohol sino que a orina y otras pestilencias. El viaje de no más de 10 minutos se nos hace eterno. Finalmente nos hacen entrar a la comisaría, yo al menos no tenía idea en que parte de Valparaíso me tenían detenido.

Al entrar a la comisaría le pedimos a Pepe (abogado ya en ese momento) que hable con el oficial y no nos haga entrar al calabozo, los gritos que escuchamos allí al entrar a la comisaría no auguraban un alojamiento sin problemas. El oficial accede a la petición y nos hacen ponernos formados uno a lado del otro, de pie, en la sala de espera. Cerca de 1 hora parados y no nos llamaban, ya estábamos inquietos y pedimos nuevamente a Pepe que vaya a conversar con la guardia de turno. A los minutos nos llama el sargento a cargo del turno para tomarnos los datos a cada uno de los detenidos, y se escuchó más o menos lo siguiente:

Sargento: “me van a dar su nombre completo, dirección, y profesión u oficio, ¿entendido?”
Todos: “entendido”
Christian: “Christian…, vivo en…, Ingeniero Civil en Informática, hago clases en la Universidad Federico Santa María”
Rodrigo: “Rodrigo…, vivo en…, Ingeniero Comercial trabajo como profesor en la Universidad Católica de Valparaíso”
Yo: “Gonzalo…, vivo…, Ingeniero y trabajo en Codelco”
Pancho: “Francisco…, vivo en…, soy Licenciado en Biología, hago clases en la Universidad Católica de Valparaíso”
Pepe: “José Luis…, vivo en…, abogado”
Sargento: “A ver!! Paren, paren, tengo puras estrellas, abogados, ingenieros, médicos. Cabo!!! Dígame en qué pillaron a este ramillete de estrellas”
Cabo: “estaban bebiendo en la calle mi sargento”
Sargento: (en tono burlón) “Mire, puros profesionales ¿y no saben los weoncitos que no se puede tomar en la vía pública?”
Sargento: “Ya, tomen sus cédulas de identidad y váyanse para la casa”.

Salimos de la comisaría pasada las 5 de la mañana, el ánimo estaba por el suelo, buscamos la forma de llegar caminando al plan de Valparaíso, y buscamos un local donde comernos unos completos (hot dogs). Mientras comíamos comentábamos que nuestras pololas (novias) no creerían que nos detuvieron los carabineros y que finalmente la despedida de soltero se había estropeado por completa. Así fue, durante años pensaron que era una mentira para cubrir una despedida de soltero como Dios manda hasta que se convencieron que éramos lo suficientemente nerds como para haber ido primero a tomar alcohol solos a un paseo de Valparaíso.
 
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