
Santiago, 12 de abril de 2007.
El Restaurant Sukalde (Bilbao 460, Providencia, a metros de Av. Italia), es pequeño de aspecto (frontis) y no defrauda esta imagen ya que en su interior no deben haber más de 40 puestos, sin embargo los espacios están bien distribuidos como para que no haya intercambio de perfumes, olores, conversaciones y pudores entre las mesas. Al entrar se encuentra con el bar, austero en forma y colección, lo que contrasta con lo extenso de su carta de tragos, aperitivos y vinos. La cocina se divisa desde distintos puntos del restaurante, lo que da – al menos a mí – una sensación de limpieza y transparencia en lo que se hace.
Como aperitivo probé el cocktail de frutas, trago de la casa, que sin ser una maravilla dista del típico batido de frutas con pisco, gin o ron.
El Restaurant Sukalde (Bilbao 460, Providencia, a metros de Av. Italia), es pequeño de aspecto (frontis) y no defrauda esta imagen ya que en su interior no deben haber más de 40 puestos, sin embargo los espacios están bien distribuidos como para que no haya intercambio de perfumes, olores, conversaciones y pudores entre las mesas. Al entrar se encuentra con el bar, austero en forma y colección, lo que contrasta con lo extenso de su carta de tragos, aperitivos y vinos. La cocina se divisa desde distintos puntos del restaurante, lo que da – al menos a mí – una sensación de limpieza y transparencia en lo que se hace.
Como aperitivo probé el cocktail de frutas, trago de la casa, que sin ser una maravilla dista del típico batido de frutas con pisco, gin o ron.
De entrada ordenamos camarones apanados en manko, mayonesa oriental y salmorejo con aire de tomate. Cabe señalar que el “aire” es recurrente en el menú de este restaurante, y que viene a ser algo más suave y tenue que un mousse, es una espuma o batido con el aroma de su esencia base. Además, pedimos Vidriola en salsa verde con cristales de papa. Los cristales de papa quedan de una forma muy singular, tanto así que termina el grupo adivinando que es eso, sin contar con que las papas fueron bañadas en jugo de betarraga, lo que ocasiona que los cristales queden con un color rosado que hace pensar que es jengibre endurecido.

De fondo pedí “Thay Pescado”: Konzo con puré de manzanas y cilantro, fideos de arroz con salsa de coco, aire de curry y aceite de pimentón. El Konzo es un pez de Isla de Pascua. La presentación del plato es exquisita (ver foto adjunta), el sabor mejor.
De postre me atreví con unos spaghettis de naranja sobre mousse de chirimoya y aire de zanahoria. Plato que a la vista no convence ni al más de los hambrientos, sin embargo, una vez que los spaghettis son mezclados suavemente con el mousse de chirimoya uno puede comenzar a olvidarse de que la base es una comida y no un postre, dejando navegar al paladar sobre los sabores, simplemente entregado a los aromas y buqué de un postre muy elaborado e innovador, una apuesta a ganador.
Averiguando posteriormente a nuestra visita supe que el chef a cargo es un chileno-mexicano, Matías Palomo, chef de extenso y prestigiado currículo en el extranjero, el cual se veía reflejado en cada uno de los platos que desfilaron por nuestra mesa.
La carta del restaurante es pequeña; son cuatro entradas, tres fondos del mar, tres fondos de la tierra y cuatro postres. Esta carta la cambian cada 3 meses, por lo tanto después de dicho tiempo invita a ser visitado nuevamente y no repetir los platos. Si lleva tarjeta del Club de lectores de El Mercurio tiene un 25% de descuento, no la olvide. Se puede fumar (raro).
Averiguando posteriormente a nuestra visita supe que el chef a cargo es un chileno-mexicano, Matías Palomo, chef de extenso y prestigiado currículo en el extranjero, el cual se veía reflejado en cada uno de los platos que desfilaron por nuestra mesa.
La carta del restaurante es pequeña; son cuatro entradas, tres fondos del mar, tres fondos de la tierra y cuatro postres. Esta carta la cambian cada 3 meses, por lo tanto después de dicho tiempo invita a ser visitado nuevamente y no repetir los platos. Si lleva tarjeta del Club de lectores de El Mercurio tiene un 25% de descuento, no la olvide. Se puede fumar (raro).
Comensales: Marta, Claudio, Jaime, Karen y Alexis, Chelo y Yo (GoGa). Ver video a través de youtube haciendo click aquí http://www.youtube.com/watch?v=6WrqOauMpmQ, la resolución es por lo charcha de mi teléfono celular. Esta es la primera reunión del 2007 donde comenzamos a trabajar en lo que será el evento de este año, la celebración de los 20 años desde que ingresamos a Informática en la UCV. Salud!!
Resumen (notas de 1 a 7):
Consumo promedio: $20.000 pesos (US$38)
Decoración: 6,0
Comodidad de silla y mesa: 5,5
Presentación de los platos: 7,0
Vajilla y servicio: 6,0
Atención: 6,5