
Las relaciones con el Perú históricamente han sido conflictivas y ásperas. Cada cierto tiempo aparece algún incidente que destapa las rencillas y desconfianzas que permanentemente hemos tenido a través del tiempo. Sólo para graficar algunos de los últimos: la llegada de su ex presidente (Fujimori) a Chile, la delimitación marítima que hoy se ve en La Haya, y hoy en día, el tema del supuesto espionaje a las compras aéreas.
Respecto a este último incidente, el presidente del Perú se ha extralimitado en su actuar: abandonó la reunión de la APEC en pleno desarrollo, aún no teniendo antecedentes claros y fidedignos respecto al caso, luego, más aún, pasó a realizar declaraciones despectivas e insidiosas respecto a Chile, algunas de éstas realmente para el bronce:
- “El espionaje es propio de una republiqueta”.
- “Nos ven con envidia y por eso nos espían”.
- “… el secreto del crecimiento es trabajar por el pueblo”.
Realmente las declaraciones de Alan García no son más que un discurso político nacionalista, pseudo patriótico, que se pueden entender dentro del contexto de sus próximas elecciones presidenciales, pero que en absoluto pueden justificarse por lo supuestamente sucedido. Veamos a continuación.
Sobre republiqueta, según wikipedia, la historiografía hispanoamericana llama con el nombre de Republiquetas a los grupos guerrilleros independentistas (o montoneras) del periodo 1811-1825 en el Alto Perú, actual Bolivia. Es decir, si hay un país que sabe de republiquetas (a lo mejor por lo mismo domina el concepto) es Perú. Además, hace sólo unos pocos años atrás Perú se veía asolado por el grupo Sendero Luminoso, una republiqueta en sí asentada en la parte amazónica del Perú, y que provocó graves cuestionamientos acerca del manejo de la seguridad nacional interior en el primer gobierno de Alan García. Sólo recién en el gobierno de Fujimori se pudo controlar y/o desarticular a esta republiqueta en el Perú, a través de mecanismos cuestionables, los cuales hoy tienen con procesos judiciales a Fujimori, varios de ellos por violaciones a los derechos humanos.
Sobre la envidia, creo que es menos atendible aún. A la fecha son docenas de miles los peruanos que viven en Chile porque tienen mejores perspectivas económicas y de desarrollo que en Perú. Por el contrario, los chilenos que emigran a Perú para tener mejores trabajos son muy escasos, y los pocos que van a contratar un servicio (por ejemplo, cirugías estéticas en Tacna) se han visto estafados y han vuelto incluso con secuelas por sus malas prácticas. Perú podrá tener un crecimiento mayor al de Chile, pero esto se da por el hecho que el Perú está viviendo recién un proceso de crecimiento acelerado que vivió Chile a fines de los ochenta y comienzos de los noventa, es decir, recién a casi 20 años vienen a tener lo que tuvo Chile en su momento. Además, parte del crecimiento de Perú se debe a inversiones chilenas en dicho país (Retail, minería, servicios), por lo cual Chile está dando empleo a peruanos tanto en Chile como en el Perú. Entonces, ¿qué envidia podríamos sentir del Perú? Personalmente, les envidio que hayan tenido una cultura magnífica como los Incas, sin embargo, a la luz de la actualidad peruana, no se sacó ningún provecho de dicha civilización, más aún, pareciera que hubieran involucionado respecto a lo que tenían antes de su colonización. Este análisis es sólo haciendo una mirada muy específica, ya que si hablamos acerca de quién tiene mejores universidades, centros de investigación, desarrollo de medicina, calidad en servicios, acceso a los medios, entre muchos otros aspectos comparables, está claro que el Perú está muy por detrás de Chile respecto a desarrollo económico y social.
Cuando García dice “… el secreto del crecimiento es trabajar por el pueblo”, no sólo puedo pensar que está en lo correcto, si no que me indica que después de varios años supuestamente García aprendió que no puede hacer nuevamente un gobierno tan mediocre como el que tuvo a mediados de los 80’, incluso a pesar que su pueblo tiene tan mala memoria como para olvidar en 10 años los perjuicios que tuvo el Estado Peruano por casos de corrupción, la peor crisis económica en la historia del país, una hiperinflación record, el no pago de su deuda externa, y que provocó que el Perú fuera declarado como inelegible por el FMI, además de contar con grupos extremistas y narcotráfico inmanejables con recursos constitucionales.
Finalmente, Alan García cuenta con un nivel de aprobación de su gestión que no alcanza el 40%, mientras que Bachelet cuenta con una aprobación de casi el doble, cerca del 80% aprueba y apoya su gestión de gobierno. Entonces, ¿qué pretende Alan García con su pobre y agrio discurso? ¿Fines electorales? Estoy convencido que Chile ha espiado al Perú durante años, tenemos los medios, el personal y de paso sirve como práctica, sin embargo, García debe tener la certeza que jamás se enterará del cómo y cuándo lo hemos hecho, no cuenta con esa capacidad y de paso, es culpable de que no hayan llegado a tenerla aún.
Respecto a este último incidente, el presidente del Perú se ha extralimitado en su actuar: abandonó la reunión de la APEC en pleno desarrollo, aún no teniendo antecedentes claros y fidedignos respecto al caso, luego, más aún, pasó a realizar declaraciones despectivas e insidiosas respecto a Chile, algunas de éstas realmente para el bronce:
- “El espionaje es propio de una republiqueta”.
- “Nos ven con envidia y por eso nos espían”.
- “… el secreto del crecimiento es trabajar por el pueblo”.
Realmente las declaraciones de Alan García no son más que un discurso político nacionalista, pseudo patriótico, que se pueden entender dentro del contexto de sus próximas elecciones presidenciales, pero que en absoluto pueden justificarse por lo supuestamente sucedido. Veamos a continuación.
Sobre republiqueta, según wikipedia, la historiografía hispanoamericana llama con el nombre de Republiquetas a los grupos guerrilleros independentistas (o montoneras) del periodo 1811-1825 en el Alto Perú, actual Bolivia. Es decir, si hay un país que sabe de republiquetas (a lo mejor por lo mismo domina el concepto) es Perú. Además, hace sólo unos pocos años atrás Perú se veía asolado por el grupo Sendero Luminoso, una republiqueta en sí asentada en la parte amazónica del Perú, y que provocó graves cuestionamientos acerca del manejo de la seguridad nacional interior en el primer gobierno de Alan García. Sólo recién en el gobierno de Fujimori se pudo controlar y/o desarticular a esta republiqueta en el Perú, a través de mecanismos cuestionables, los cuales hoy tienen con procesos judiciales a Fujimori, varios de ellos por violaciones a los derechos humanos.
Sobre la envidia, creo que es menos atendible aún. A la fecha son docenas de miles los peruanos que viven en Chile porque tienen mejores perspectivas económicas y de desarrollo que en Perú. Por el contrario, los chilenos que emigran a Perú para tener mejores trabajos son muy escasos, y los pocos que van a contratar un servicio (por ejemplo, cirugías estéticas en Tacna) se han visto estafados y han vuelto incluso con secuelas por sus malas prácticas. Perú podrá tener un crecimiento mayor al de Chile, pero esto se da por el hecho que el Perú está viviendo recién un proceso de crecimiento acelerado que vivió Chile a fines de los ochenta y comienzos de los noventa, es decir, recién a casi 20 años vienen a tener lo que tuvo Chile en su momento. Además, parte del crecimiento de Perú se debe a inversiones chilenas en dicho país (Retail, minería, servicios), por lo cual Chile está dando empleo a peruanos tanto en Chile como en el Perú. Entonces, ¿qué envidia podríamos sentir del Perú? Personalmente, les envidio que hayan tenido una cultura magnífica como los Incas, sin embargo, a la luz de la actualidad peruana, no se sacó ningún provecho de dicha civilización, más aún, pareciera que hubieran involucionado respecto a lo que tenían antes de su colonización. Este análisis es sólo haciendo una mirada muy específica, ya que si hablamos acerca de quién tiene mejores universidades, centros de investigación, desarrollo de medicina, calidad en servicios, acceso a los medios, entre muchos otros aspectos comparables, está claro que el Perú está muy por detrás de Chile respecto a desarrollo económico y social.
Cuando García dice “… el secreto del crecimiento es trabajar por el pueblo”, no sólo puedo pensar que está en lo correcto, si no que me indica que después de varios años supuestamente García aprendió que no puede hacer nuevamente un gobierno tan mediocre como el que tuvo a mediados de los 80’, incluso a pesar que su pueblo tiene tan mala memoria como para olvidar en 10 años los perjuicios que tuvo el Estado Peruano por casos de corrupción, la peor crisis económica en la historia del país, una hiperinflación record, el no pago de su deuda externa, y que provocó que el Perú fuera declarado como inelegible por el FMI, además de contar con grupos extremistas y narcotráfico inmanejables con recursos constitucionales.
Finalmente, Alan García cuenta con un nivel de aprobación de su gestión que no alcanza el 40%, mientras que Bachelet cuenta con una aprobación de casi el doble, cerca del 80% aprueba y apoya su gestión de gobierno. Entonces, ¿qué pretende Alan García con su pobre y agrio discurso? ¿Fines electorales? Estoy convencido que Chile ha espiado al Perú durante años, tenemos los medios, el personal y de paso sirve como práctica, sin embargo, García debe tener la certeza que jamás se enterará del cómo y cuándo lo hemos hecho, no cuenta con esa capacidad y de paso, es culpable de que no hayan llegado a tenerla aún.