27 diciembre 2006

Cuento: "El mejor análisis de mi vida"


Valparaíso, 2do semestre de 1986.
Corría mi segundo año en la Universidad, y aún cuando ya tenía claro que no seguiría estudiando ingeniería en electricidad, estaba motivado porque haría la asignatura de Programación, ramo que formalmente me introducía a las materias de informática, carrera a la cual pensaba cambiarme al año siguiente.

El ramo lo dictaba un profesor con fama de exigente – E. Peraz realmente tenía fama de “vaca” – sin embargo la posibilidad de aprender programación en Pascal me motivaba a realizar mi mejor esfuerzo. Ya en las clases este profesor había mostrado sarcasmo e ironía al interrogar a compañeros, mofándose de respuestas que no eran precisamente las que él esperaba.

Llega la primera prueba del semestre, la cual consistía en un solo problema de planteo, por lo tanto, había que realizar el análisis, el diagrama de flujo, y luego la codificación del programa, ¡todo en papel! Ya que en esos años la posibilidad de acceder al Mainframe de la Universidad estaba restringida a sólo un par de horas a la semana.

Los primeros 60 minutos de la prueba me dedico a realizar el análisis y diagrama de flujo ya que en las clases se había puesto énfasis en la importancia de esta etapa, la cual si se hacía bien la codificación no era problema. Pues bien, recuerdo haber escrito unas 4 hojas con consideraciones, alcances, restricciones, excepciones, etc., etc., y me dediqué los últimos 30 minutos a escribir el programa en el papel, comenzando con el típico Begin, escribiendo la declaración de variables, para luego hacer la programación como tal, y finalizando con el End. Asumía que no me había ido mal, al contrario, esperaba una nota al menos decente (entre 1.0 y 7.0 esperaba cerca de un 5.0)

Llega el día de la entrega de los resultados, y el profe Peraz señala que las pruebas están bastantes malas, los resultados están muy por debajo de lo esperado, y dice “sin embargo, hay una prueba que me llamó enormemente la atención. ¿está aquí el señor (tomando la prueba lee el nombre) Gonzalo Galleguillos?” … silencio y expectación. “Aquí señor” indico con mi dedo. “Lo felicito” me dice, “jamás en mi vida había visto un análisis con tanta profundidad y rigurosidad, detallaste muy bien las excepciones, las consideraciones, realmente te felicito. Tuviste un pequeño problema en la codificación por eso la nota”. Terminando estas alabanzas, y ante las tallas de mis compañeros comienza a repartir las pruebas corregidas. Comienzan los “chusss”, “cacha la nota…”, ya que los resultados eran realmente malos.

El último en recibir la prueba soy yo, ante esto se va un montón de compañeros a mi silla, desdoblo la prueba esperando al menos un 6.0, y cuando termino de abrir mi prueba aparece la nota … un 2.0 “pelado”. Mis compañeros no podían parar de reírse, entremedio de las exclamaciones en voz baja de “el huevón vaca”. Yo no podía creerlo después de todo lo que dijo, sin embargo, al revisar mi prueba en las hojas donde estaba el análisis estaba escrito con lápiz rojo un “Felicitaciones” y un “Excelente”, y el programa que tenía escrito era cruzado por una X de vértice a vértice y un “MALO”.

Mirando hacia atrás, y después de varios años en que tuve que soportar a dicho profesor (de hecho fue mi profesor guía en el proyecto de título), asumo que vio en mi una vocación hacia el área comercial y fue un visionario, me demostró allí que no importa cuanto esfuerzo, detalle y rigurosidad uno ponga en su trabajo, si al final el resultado no es el esperado la nota final siempre estará cerca del 1.0 Este análisis después de 20 años no es el mejor de mi vida, pero no quiero perder una hora y media en explicaciones, si atino a la respuesta me basta.

11 diciembre 2006

Crónica: Una animita para Pinochet y sus seguidores.


Santiago, Domingo 10 de diciembre de 2006, 14:15 hrs. flash en la TV; “Murió Pinochet”. Guaauu, esta sí que es noticia de fin de año, después de todo no todos los días fallece un criminal connotado a nivel mundial, por lo que los medios de comunicación internacionales se suman a la información (Cadenas de USA, Europeas, Latinoamericanas publican la noticia en sus páginas web al instante), y me apronto a acomodarme en mi cama y a buscar el maldito control remoto.

Pues bien, a mi me pilla sumido en la cama con una amigdalitis de padre y señor mío, hace 7 años que no guardaba cama por algo similar (al menos estoy más sano que el caballero que acaba de morir, el cual tenía tantas enfermedades como medallas ganadas jugando al cachipún), y la fiebre me hace rechazar todo el despliegue de información de los canales nacionales, sí alcanzo a ver como los seguidores de Pinochet lanzan botellas y agua a los periodistas, luego uno trata de colocar la bandera a media asta sin alcanzar su objetivo, otro montón de mujeres maduras con sus nietos llorando a mares, como si se hubiera muerto el abuelito de cada una de ellas ¿Uff, lo habré delirado en mi fiebre o habrá sido realidad? Tomo agua y cambio de canal.

Despierto al rato, coloco nuevamente canales nacionales y dale con la noticia, mostrando a las viudas y viudos de Pinochet llorando a mares y gritando consignas del tipo “duelo nacional, duelo nacional”, otros tipos bien vestidos y de hablar fuerte diciendo que "Pinochet fue el Arquitecto de la modernidad chilena“ (los arquitectos las cagadas las tapan con plantas no con tierra como este otro), otro “El 2do padre de la patria” (seguro que O’Higgins no fue otro desgraciado que asesinó y exilió gente), otro más “El hombre que le cambió la historia a Chile” (y vaya que se la cambió, nos hicimos tristemente famosos en todo el mundo por él), y el más aventurado “El gran estadista del siglo XX” (Uff, me encantaría tener esa visión light de la vida). Glupp, creo que la fiebre ha pasado la barrera de los 40, me cambio el pijama y sigo durmiendo.

Ya casi de noche, como si hubiese llegado a mi una iluminación celestial para el reencuentro de los chilenos, pienso que sería una idea magnifica construir una animita para Pinochet. Sí, aunque mis amigos piensen que estoy drogado, sí, una animita. De ese modo tendremos control de las concentraciones Pinochetistas, y por otra parte, tendremos claridad de qué concertacionistas le prenden velas al difunto. Después de todo, Pinochet entre todos sus títulos nobiliarios (ver mi crónica anterior sobre este mismo tío) pasará a la historia como el mayor escapista de la justicia (gloria a sus abogados y asesores) por lo que no me impresionaría que después de unos meses las animitas de Pinochet sean centro de devoción de todos los sinvergüenzas de este país que quieren pasar impunes, al menos imagino desfilando con velas en las manos a los de MOP-GATE, los Chiledeportes, los desmalezadores, los de los planes de empleo, algún Girardi, los que no pagan sus impuestos, los empresarios que te quieren cagar con las indemnizaciones, y hasta los de Inverlink para rogar por llegar a viejos, con doctor de cabecera sin una infeliz condena de la justicia en sus hombros. San Pinochet santo de los sinvergüenzas impunes, escúchanos señor te rogamos.
 
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